jueves, 19 de enero de 2012
Amistad, que palabra tan bien sonante y con tanto significado que solo puedes usarla en ocasiones contadas. Llega se mete en tu vida sin preguntar si quieres compañía, te cuenta sus cosas y solo escuchas. Con el paso del tiempo caes en sus redes y acabas contando tu vida entera sin apenas conocerla. Te pide consejo, se lo pido yo... Un círculo vicioso que no te deja escapar, que quiere uniros para que contéis con un apoyo, ese que necesitas para levantarte el ánimo, ese que hace que momentos tan normales sean un bonito recuerdo solo por su presencia. Gracias a meterte en mi vida y a pedirme consejo sin saber que decirte, a tenerme en cuenta ni cuando yo misma me fiaba de mi. Solo una cosa pequeña amistad: Ai Shiteru!
viernes, 13 de enero de 2012
Mi abuela, en camisa de dormir, se introdujo en la cama de su
marido y puso la cabeza en su pecho, tal como habían dormido
siempre. De pie al otro lado de la cama de mi Popo, me recliné
también en su pecho, antes era fuerte y ancho y alcanzaba
para las dos, pero ya apenas latía. La respiración de mi Popo se
había vuelto imperceptible y por unos instantes muy lardos pare-
ció que había cesado por completo, pero de pronto abrió los ojos,
paseó su mirada sobre mi papá y Susan, que lo rodeaban llorando
sin ruido, levantó con esfuerzo su mano grande y la apoyó en mi
cabeza. "Cuando encuentre el planeta, le pondré tu nombre,
Maya", fue lo último que dijo.
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