Sin saber que pensar

ni saber si puedo confiar

no se que sucede en esa cabeza

y tampoco se si quiero saberlo.

Bueno estos últimos días escribo demasiado pero cosas privadas y que no se pueden poner.

Así que hoy quiero dedicárselo a esta persona de la foto, compañero y confidente desde los 4 años y ahí sigue el pobre...aguantándome como puede. Porque te quiero mucho Dani y lo sabes, que se que no nos estamos viendo mucho últimamente y que de todas maneras he intentado estar ahí en todo momento, se lo que era tu abuelo para ti y la verdad yo estaría muy orgulloso de ti, si un poco más y yo también lo quería. Que sabes que hay épocas en las que nos distanciamos y luego volvemos, en las que nos contamos confidencias y luego nos reímos de ellas. Han pasado tantos años, y que pasarán muchos más, que ya no me acuerdo de nada...bueno de Ricardito y esos recreos intentando capturarlo. Que años tan felices. Te quiero Danielen

Porque tener amistades y mantenerlas te llena de alegría todos los días.

Despertar y sentir esa sensación de tener la necesidad de ver una imagen, que es lo único que te alegra. Te proporciona un pequeña dosis de recuerdos que te ayudan a pasar el día más rápido. Un recuerdo que hace que las manillas del reloj corran y corran sin control, dejando pasar el tiempo a tu antojo hasta que llega la hora y ese recuerdo aparece nítido, se te estremece el cuerpo y solo tienes ganas de cogerlo y no soltarlo, tienes miedo de que sea otra vez de recuerdo y que solo se quede en eso, un recuerdo. Que al día siguiente ya no esté para ti otra vez. Pero sabes que todo eso, en el fondo, es solo parte de tu pensamiento que quiere jugarte una mala pasada y también sabes que ese recuerdo existe de verdad y que nunca se irá.